sábado, 4 de septiembre de 2010

¿HASTA DÓNDE CONOCEMOS NUESTRAS REALIDADES?

PERCIBIR O NO PERCIBIR

Denisse Illescas Alducin, Universidad IVES, "Instituto Veracruzano de Educación Superior", Xalapa, Ver., México.

“La percepción (realidades) y el saber, son cosas distintas; el saber no radica en las impresiones, sino en el razonamiento que nos permite alcanzar al ser y a la verdad”     Platón .

[1]. Con la más mínima sospecha de su verdad, propone él “dudar de todo lo que no se nos presente clara y distintamente”, es decir, dar por falso todo aquello que nos despierte la menor duda de ser verdadero[2].

Para esto Descartes propone el uso de la duda metódica como “método de conocimiento o de certeza de verdad”. En el caso de la manzana, el conocimiento por referencia sería que no tenemos la certeza de donde fue cultivada, cómo fue transportada hasta donde la adquirimos, y en qué condiciones se desarrolló, pues no hemos sido testigos de todo este procedimiento, de la misma manera sucede con tantos acontecimientos de nuestra vida que pasamos por alto y no les damos importancia. Para darnos cuenta qué tantos conocimientos directos tenemos y como los utilizamos, Platón nos dice que todas aquellas cosas que percibimos no son más que copias de las ideas y que nuestra experiencia es quien descubre dichas copias. Platón hace mención al “nombre” como el contenedor de la esencia de las cosas, es decir, conocemos el nombre de algo y por tanto su esencia[3]. A veces nos basamos en un tema del que no conocemos por completo y cometemos errores y nos causa una problemática al no poder comprobar la veracidad de lo que estamos afirmando. Respecto a esto, Platón en su dialogo “Teeteto” se pregunta por el saber, es decir, qué es el saber o qué es aquello que creemos saber, si bien jamás logra establecer una definición propia para el saber [4].

Un ejemplo de esto, podemos decir, que ese perro negro que tiene una mancha en el cuello se llama firulais, porque a Juan se le perdió un perro con esas características y definitivamente es firulais, pero no sabemos cuántos perros con esa característica puede haber en la calle, pues no se ha dado una descripción más detallada, como la raza, si es pequeño o grande, si tiene un collar que lo distinga, es decir, no poseemos una verdad absoluta de la “cosa” (en este caso, el perro) y esto nos llevaría a cometer un error[5] puesto que si, precipitándonos, lo tomamos y se lo llevamos a Juan, probablemente él reconozca que no se trata de firulais.

Pueden suscitarse muchos ejemplos acerca del conocimiento por referencia, porque es simplemente algo que no nos consta, que no hemos comprobado y por lo tanto no lo podemos definir como tal, y, el seguir abundando, sería ahondar demasiado en el tema y, al mismo tiempo, al tratar de definirlo mediante más ejemplos, simplemente nos llevaría a hacer confusa una definición clara.

Desde luego que sería muy bueno comprobar toda la información que llega hasta nosotros, tener la certeza de que lo que sabemos por referencia se puede convertir en conocimiento directo, pero es imposible, pues muchos conocimientos son de situaciones que no fueron de nuestra época y por lógica y a falta de una máquina del tiempo que nos remontara a ese momento, es imposible saber la realidad y no nos resta más que quedarnos simplemente con lo que escuchamos, leemos o vemos en la televisión, es decir, todo aquello que se nos presentó y para lo cual jamás tuvimos la oportunidad de poner en tela de juicio. No nos queda más que decidir si lo creemos o no; probablemente escucharemos posturas a favor o en contra de personas que probablemente sí lo vivieron pero aún así siguen siendo referencias que aunque nos leamos todos los libros de historias sobre el tema, nunca tendremos la total certeza acerca de la realidad. Tendremos que continuar y seguir obteniendo información que nos haga dudar. ¿Existirá el "chupa cabras"? Creo que nunca sabremos qué sucedió en realidad con dicho fenómeno: los medios de comunicación nos dan algunos detalles al respecto, pero incluso ellos lo manejan como conocimiento por referencia, pues tampoco han sido testigos de dichos acontecimientos.

Sin embargo, si ayer me caí y me raspé la rodilla, sé que fue real, porque lo sentí, me dolió, me salió sangre y ahí está la cicatriz de lo que sucedió; pero si otra persona me pregunta qué me ocurrió y yo le digo que al caminar por la calle un auto me golpeó y me hizo ese raspón, le estoy dando una información falsa. Aún así, esta persona está recibiendo un conocimiento por referencia de mi parte y ella misma le dirá a otra persona lo que me ocurrió según le dije, y así sucesivamente, cambiando la información de lo que realmente me ocurrió. A pesar de que esta persona no me haya creído, supondrá: “pues probablemente sí o probablemente solo se cayó y se raspó”; aún así, seguirá siendo incierto su conocimiento y nunca sabrá con seguridad lo que me ocurrió.[1] Descartes lo refiere como “alma”[2] René Descartes, “Los principios de la filosofía”, Alianza editorial, 1995, pág. 21, 22, 23, 24 y 25.[3] Platón Diálogos “Cratilo”[4] F. M. Cornford, La teoría platónica del conocimiento. Buenos Aires, 1968 Pág. 17[5] Patón, en el Teeteto, nos pone el ejemplo de una pajarera llena de aves que uno posee una vez que ya las hemos introducido ahí, pero que no las tiene hasta que las apresa de nuevo. Esto representa a la mente que está vacía cuando somos niños y se va llenando con los saberes y experiencias que vamos adquiriendo, pero al querer agarrar uno que tenemos en la mente sin tenerlo inmediatamente presente, podemos caer en el error y atrapar un saber distinto.

Hemos deducido por experiencia que conocemos las cosas que vemos o que aprendemos pero no tenemos la certeza de muchos conocimientos que creemos tener. Desde pequeños nos dicen que la manzana es una manzana, la mesa es una mesa y dado que jamás hemos puesto en duda tales afirmaciones, no nos hemos preguntado su ¿Por qué? No lo sabemos, solo así se nombran y así lo aprendemos y se convierte en un conocimiento directo porque vemos, palpamos, probamos y reconocemos su sabor, su aroma, su descripción y su color, tenemos pues un conocimiento que nos ha dado la experiencia y por ello mismo no debemos darlo como verdadero. Descartes, en su “Principa Philosophiæ” nos da las pautas para poner en duda todo aquello que se nos presente a nuestra mente

viernes, 28 de mayo de 2010

NATURALEZA DEL SIGNO LINGÜÍSTICO

EL SIGNO Y SAUSSURE


Verónica Flores Carvajal, Elizabeth Landa Cortés, Álvaro Bedolla López. IVES, Instituto Veracruzano de Educación Superior, Xalapa, Ver., México.

A continuación, explicaremos la función del signo que tiene que ver con el estudio del lenguaje, de la comunicación y del pensamiento, en esa tarea, participan disciplinas como la Lingüística, la Semiótica, la Gramática, la Filosofía, y trataremos de ver su relación con la educación; comenzaremos explicando algunos antecedentes históricos y conceptuales, para después establecer concretamente a qué se refieren tales conceptos, haciendo uso de algunos ejemplos, también trataremos de explicar las diferencias entre significado y significante, sentido y referencia que son aspectos que sirven para comprender el signo.

Antecedentes.
• Es en la segunda mitad del siglo XX cuando surgen los fundamentos teóricos de las investigaciones sobre lingüística general, estos se encuentran principalmente en el Libro “Curso de Lingüística general” publicado en París en 1916; el libro agrupa las ideas expuestas por el Profesor Ferdinand de Saussure entre 1906 y 1911. Según Saussure la Lingüística estudia
• El lenguaje, es el objeto de estudio de esta disciplina y puede entenderse como algo multiforme, pues puede cumplir varias funciones. Del lenguaje surgen sistemas que son conjuntos signos o señales, y éstos pueden ser diversos debido a la necesidad de comunicarnos y las maneras en que podemos hacerlo, pues como se sabe, la comunicación a través del lenguaje hace posible las relaciones humanas.

Elementos del Lenguaje
• El lenguaje está compuesto por diversos elementos, dado que puede ser Auditivo, Visual o Táctil. Una determinada parte del lenguaje es la Lengua que debe entenderse como un producto social, un conjunto de signos que funcionan como código de comunicación
• La Lengua no es lo mismo que el Habla, dentro del lenguaje, la lengua es un repertorio de signos que la sociedad va elaborando a través del tiempo, mientras que el habla es el uso ese código, por lo cual el habla es un producto momentáneo e individual. El uso del código
• La lengua, refleja los rasgos propios de una comunidad y por lo mismo puede decirse que es equivalente al idioma. Otro rasgo de la lengua es que se produce de diversas maneras, así encontramos lenguas generales como por ejemplo, el castellano y otras regionales como podrían ser el mexicanismo, americanismo y derivados que son regionales. Por otro lado puede decirse que algunas lenguas son cultas y otras vulgares
• Para lograr la comunicación se necesitan varios elementos que están relacionados con el lenguaje y el pensamiento. Un ejemplo de esto es el famoso circuito de la comunicación en el que encontramos:-Emisor: Punto de donde parte la información-Receptor: Destinatario de la información-Mensaje: Cadena de signos que se transmite de un punto a otro -Contexto o referente: Algo externo a los propios signos que sirve para comprenderlos, por ejemplo, lo que nos hace diferenciar entre objetos que pudieran tener el mismo nombre.Canal: Medio para comunicar el mensaje, sea auditivo, Táctil o visual.

El signo: características e importanciaComponentes del Signo
• El signo es producto del pensamiento, es una combinación de un concepto y una imagen, nos indica algo, es un fenómeno ya sea producto natural o por convención que representa o sustituye a una cosa
• El significado y el significante son los componentes del signo, el plano del significante constituye el plano de la expresión (verbal, escrita, gesto), es la realidad percibida por los sentidos; el significado es el plano del contenido, es el sentido o la asociación que hace nuestra mente para comprender el signo, cada uno de estos conforman la forma y la sustancia del signo
• Podemos encontrar muchos ejemplos de Signos, un semáforo es un signo que representa en rojo “Prohibido pasar” y en verde “Pueden pasar” sólo que depende de la situación en que nos encontremos; la palabra mesa es un signo porque cuando lo percibimos por el oído lo -asociamos mentalmente- a un mueble determinado, sin necesidad de que esté presente
• Charles Sanders Peirce (1839-1914) contemporáneo de Saussure, quien pensaba que un signo es una representación mental a través de la cual alguien puede conocer los objetos de la realidad, clasificó el signo en tres grupos:
• Iconos: Aquellos signos que mantienen una relación de identidad o semejanza con el objeto representado, por ejemplo una fotografía, los dibujos, las señales de advertencia
• Indicios: Signos que mantienen una relación física de proximidad o causa-efecto con el objeto representado, por ejemplo: que el humo represente fuego o la fiebre enfermedad
• Símbolos: signos que no tienen relación ni de identidad, ni de causalidad, el hombre inventa el signo acordando el significado que hay que atribuirle, por ejemplo: Asociar el color rojo al peligro, o los colores de la bandera. En los tres casos, interviene un significante y un significado, de modo que son componentes esenciales del signo, para ejemplificar esta relación, tomemos en cuenta lo siguiente: Cuando se quiere expresar algo que estamos pensando y no encontramos la palabra adecuada, nos falla el significante; cuando por el contrario, percibimos un nombre, que es el significante y no se es capaz de asociarlo con un objeto o concepto no sería un signo, porque falla el significado.

Ejemplos del signo como icono
El sentido y la Referencia. La conexión regular entre el signo, su sentido y su referencia es tal, que al signo le corresponde un determinado sentido y al sentido, a su vez, una determinada referencia, mientras que a una referencia (a un objeto), no le corresponde solamente un signo. Relacionado con el signo, podemos encontrar autores que hablan acerca del Sentido y la Referencia, el sentido surge de la comprensión que se logra haciendo uso del lenguaje y del pensamiento, pues cuando estamos frente a un signo, procesamos la información, pensamos las designaciones posibles para ese signo y posteriormente podemos saber al grupo de objetos o ámbito al que pertenece. La referencia es entonces poder indicar el objeto o circunstancia al que pertenece un signo. Ejemplo: Un nombre de persona u objeto, lo comprende todo aquel que conoce el lenguaje o conjunto de designaciones al que pertenece; la referencia de un nombre propio es el objeto mismo que designamos con él. Cuando se usan palabras de la manera habitual, aquello de lo que se quiere hablar es su referencia

Gato (mamífero) / Gato (hidráulico)

La importancia social y educativa del signoAl ser el lenguaje un medio de relación social, es claro que el signo es muy importante para comprender nuestro entorno y ser capaces de desenvolvernos en cualquier ámbito, pues quien conoce los elementos de una lengua y es capaz de pensar y abstraer el significado de los signos que se le presentan, podrá ser más competente tanto intelectual como socialmente. Desde niños aprendemos los tipos de lenguaje, los signos y los sentidos que pueden tener las imágenes y las palabras con las que nos encontramos, de ahí que el signo tenga un carácter universal y debe ser tema de estudio de diferentes ciencias, porque su función es de relevancia en la vida de cualquier persona.Algunas metas que se formulan para la enseñanza del lenguaje en la escuela primaria son por ejemplo: 1) Enriquecimiento de la capacidad de la expresión oral; 2) incremento de la aptitud para comprender la lengua; 3) desarrollo de la habilidad para estructurar el pensamiento a través de la lengua; 4) comprensión, por medio del análisis, del funcionamiento del lenguaje en general y de la lengua española en particular; 5) adquisición y utilización de la lectura y escritura; 6) desarrollo de la sensibilidad y la creatividad estéticas a través del lenguaje, etc. Por lo anterior, en el ámbito educativo, considerar la importancia del lenguaje y sus componentes, como es el caso del signo, no está de sobra, al contrario es necesario, pues los educadores deben estar conscientes de que un uso adecuado del lenguaje, así como la sabia interpretación del mismo, aseguran el proceso de aprendizaje, y sobre todo, el maestro debe estar preparado para reflexionar y discernir el significado y utilidad de los contenidos que enseña.La lengua, que como parte del lenguaje es un conjunto de signos, se convierte en un instrumento que hace posible la adquisición de conocimientos, de modo que tanto los padres como los maestros y las personas en general, están constantemente comunicando signos que tenemos que interpretar para poder conocer, por todo lo anterior se justifica la importancia del signo.